El grupo finlandés UPM, una de las mayores compañías forestales y papeleras de Europa, obtuvo un beneficio neto de 1.053 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 9% más que en el mismo periodo de 2021, informó este martes la compañía.
UPM aumentó un 31% su Ebitda en términos interanuales, hasta los EUR 1.777 M, mientras que su ganancia operativa (ebit) se situó en 1.299 millones de euros, un 13,2% más.
La facturación del grupo finlandés creció un 18,8%, hasta 8.489 millones de euros, impulsada por el alza de los precios en todas sus áreas de negocio, especialmente en la de papel para impresión, según la compañía.
El consejero delegado de UPM, Jussi Pesonen, destacó en un comunicado que el grupo obtuvo los mejores resultados parciales de su historia en el tercer trimestre y aumentó su ebit un 38%, hasta los 781 millones de euros.
Entre enero y septiembre, la división de papel para impresión, su principal fuente de ingresos, facturó 3.447 millones de euros, un 31% más interanual, pese a que su volumen de ventas se redujo un 21%, hasta los 3,47 millones de toneladas de papel, por las huelgas en sus fábricas finlandesas a principios del ejercicio.
A pesar de ello, esta división logró triplicar con creces su beneficio operativo y registró 373 millones de euros de ganancia, gracias principalmente a que el precio del papel contabilizado en euros creció un 68%. Su segundo negocio más importante, el de celulosa y madera, ingresó 1.854 millones de euros, un 8,5% menos, tras colocar en el mercado 1,92 millones de toneladas de pasta de papel, lo que supone una caída del 30%.
Esta división perdió buena parte de la rentabilidad que venía acumulando los últimos años, al generar un beneficio operativo de 340 millones de euros, un 40% menos interanual. Por su parte, UPM Raflatac, el segundo productor mundial de etiquetas adhesivas, aumentó un 22% su facturación, hasta los 1.503 millones de euros.
Esta división, que cuenta con una planta en la localidad barcelonesa de Polinyà, redujo un 3,3% su beneficio operativo y ganó 172 millones de euros, una caída atribuible sobre todo a cargos por deterioro de activos relacionados con la guerra en Ucrania, según el grupo. Debido a las sanciones europeas contra el Kremlin por la invasión de Ucrania, UPM decidió suspender sus ventas a la vecina Rusia, cerrar temporalmente su fábrica en Chodovo y dejar de importar madera rusa.