Las perspectivas del comercio de madera en China son significativamente cautelosas debido principalmente al estado actual de la industria de la construcción del país, caracterizada por estar cargada de deudas y sin un camino claro a seguir. El sector, que representa hasta el 24% del PIB, se ha contraído hasta el 19%, lo que ha afectado la demanda tanto de madera rolliza importada como de madera para construcción.
Con la disminución de la actividad de la construcción, los importadores de madera de menor calidad enfrentan desafíos. Los precios de la madera han experimentado una caída sustancial desde su máximo en abril. Los puertos marítimos y los astilleros de distribución de China registran existencias de troncos y madera aserrada notablemente bajas en comparación con años anteriores.
En respuesta a la reducción de la actividad de construcción y a la demanda de madera para encofrados, algunos exportadores de madera escandinavos y rusos intentaron subir los precios en octubre. Sin embargo, estos aumentos de precios no fueron aceptados por la demanda, lo que refleja una falta general de actividad y un interés limitado en mantener inventario.
De cara al futuro, los importadores chinos expresan su preocupación por el período posterior al Año Nuevo Chino en 2024. Las consecuencias de los confinamientos por el covid en 2023 provocaron una dinámica de mercado inesperada, lo que provocó una compra excesiva de madera de alto precio en todas las categorías en el primer trimestre. Los importadores ahora están actuando con cautela y monitoreando las compras para navegar los posibles cambios del mercado después del próximo Año Nuevo chino.