Si bien se hacen llamados para retrasar la implementación del EUDR (EU Deforestation Regulation), parece haber obstáculos legales y políticos muy importantes para que se actúe en consecuencia. Como sugirió un representante de la Federación Europea de Propietarios de Bosques (CEPF), “un aplazamiento no es realista, ya que requeriría un nuevo procedimiento legislativo en el que participarían el Parlamento, la Comisión y el Consejo).
En declaraciones públicas, los funcionarios de la Comisión Europea no cuentan con ninguna charla sobre retrasos o una interpretación flexible de la ley. Según el informe de Reuters del 26 de marzo, el Comisario de Medio Ambiente de la UE, Virginijus Sinkevicius, “cuestionó por qué los países habían expresado su preocupación por la política unos meses antes de las elecciones al Parlamento de la UE en junio, cuando habían pasado años negociando la ley de deforestación y la aprobaron el año pasado. Según se informa, el Comisario dijo en una conferencia de prensa que “por supuesto, escucharemos los argumentos, pero sinceramente no veo ningún problema”.
De manera similar, el 8 de marzo, el enviado ambiental de la CE, Emanuele Pitto, dijo a los exportadores paraguayos en Asunción que “no habría vuelta atrás respecto de la Regla 1115 [EUDR] que prohíbe las materias primas y productos asociados con la deforestación y la degradación forestal”.
El enviado de la CE enfatizó ante su audiencia paraguaya que “todos los involucrados conocen la regulación y entienden que los requisitos se adaptan a las necesidades de los consumidores”. Dijo que “si Paraguay quiere seguir exportando a los países del bloque, si le interesa, lo hará adaptándose a los requisitos, pero no de la Unión Europea, sino de los consumidores”.
Esto implica, dijo el enviado, que los exportadores que quieran abastecer a la UE deben “demostrar el origen de sus productos y que están libres de terrenos deforestados, para lo cual el país necesita una herramienta o sistema de trazabilidad que pueda geolocalizar si el producto proviene o no”. “de tierras deforestadas”. Además, en “caso de incumplimiento, se producirían sanciones y confiscaciones”
El Financial Times volvió al tema del EUDR en un artículo de opinión titulado “La desventaja global de los principios ecológicos de los consumidores europeos”, publicado el 21 de marzo. En este artículo se comenta que “Europa podría estar luchando por lograr un crecimiento económico a largo plazo, pero su productividad regulatoria es insuperable”.
La observación central del artículo del FT es que el impulso regulatorio de la UE no se debe en absoluto a los instintos “proteccionistas” de los productores nacionales de la UE. En cambio, “el sentimiento del público y de los consumidores europeos, o al menos la influencia de los activistas, es ahora una de las fuerzas más poderosas que determinan sectores de la política comercial de la UE y, por tanto, de la regulación global”. Esta observación parece corroborada por el hecho de que parece haber al menos tantas objeciones a la implementación del EUDR provenientes ahora de la industria de la madera dentro de la UE como de proveedores externos de los productos regulados.
Las organizaciones ambientalistas también se apresuraron a criticar los llamados a retrasar el EUDR. En una “carta abierta a los gobiernos de la UE” firmada por 46 ONG emitida el 28 de marzo se insta a la UE a “mantener su compromiso de combatir la deforestación global y la degradación forestal tanto en el país como en el extranjero”. “Cualquier retraso en la implementación obstaculizaría su credibilidad”, escribieron las ONG, y agregaron: “Instamos a todos los Estados miembros a estar a la vanguardia de una implementación rápida y efectiva del EUDR, en lugar de fracasar por los esfuerzos de lobby de las industrias”.