Como es conocido para el lector, Uruguay viene recorriendo una fase de liquidación en su área plantada de pino, desde hace ya unos 10 años aproximadamente, cuando el área total rondaba las 200 mil hectáreas, hasta hoy, donde la superficie estimada plantada ronda las 145/150 mil hectáreas.
La historia del pino en Uruguay, a diferencia de lo que pasa en el mundo, tiene un lugar secundario, ya que la principal especie plantada y utilizada para la fase de industrialización es el eucalyptus, no solo para la producción de pulpa de celulosa sino también para la producción de madera aserrada, plywood y otros.
El pino en Uruguay, una de las principales especies utilizadas a nivel mundial para producción de celulosa y de otros productos, no ha logrado captar la atención de grandes inversores por lo que, hasta hace algunos años, la capacidad instalada para la industrialización se mantuvo estable y la necesidad de plantar nuevas áreas de eucalyptus fue en desmedro de replantar área con pino.
En los últimos 2 años, nuevos proyectos se han sumado, a los ya existentes (FYMSA y Lumin), y si bien la realidad del sector no se ha modificado, parecería ser que las grandes inversiones para el pino en Uruguay se han comenzado a concretar.
Actualmente la industria instalada de pino en Uruguay consume unas 1.500 ha al año de producto cosechado, de concretarse los más de 4 proyectos en cartera, el consumo total de pino pasaría a rondar los 2 millones de metros cúbicos, una cifra verdaderamente llamativa y llena de oportunidades para el sector.
Las nuevas inversiones vinculadas a la conífera se sitúan principalmente en los departamentos de Rivera y Tacuarembó y son tanto de capitales nacionales como internacionales. Estos nuevos proyectos tienen la capacidad de generar más de 2.000 nuevos empleos y pasar a producir más de medio millón de metros cúbicos de producto exportable, por un valor que puede rondar los US$ 300 millones.
Mirando hacia adelante
Actualmente Uruguay cuenta con 145 mil hectáreas plantadas de pino, de las cuales se extraen unos 450 mil metros cúbicos anualmente y con una tasa de replantación muy baja, por esto es que los inventarios han caído rápidamente en la última decena de años.
En el corto y mediano plazo, por lo tanto, el gran desafío será abastecer de forma sustentable la nueva demanda de madera de pino que, si se tiene en cuenta las operaciones actuales y las que se sumaran de aquí al 2027, rondara los 2,3 millones de metros cúbicos.
Para lograr este abastecimiento sustentable es necesario un cambio de tendencia radical en lo que refiere al nivel de reposición de la conífera, de forma tal que se pueda recuperar área paulatinamente.