Los chips de celulosa han registrado el comportamiento último. Luego de ser uno de los productos que más sufrieron las consecuencias de la pandemia en el mercado internacional, el mercado se estabilizó hacia fines del año pasado y a lo largo de este año se ha logrado confirmar una estabilidad.

Uno de los factores que mayor tracción tiene a la hora de evaluar este flujo comercial es el precio de la celulosa y el mercado de este commodity. Si bien la celulosa está teniendo un ajuste en sus precios, los stocks aún continúan por debajo de lo normal, sigue habiendo problema de suministros en algunos destinos, y la demanda sigue firme. Todo esto se configura de forma tal que empuja la demanda de chips.

Para el caso de octubre las exportaciones fueron similares a las de setiembre, con un valor exportado de US$ 12,5 millones por un volumen de 120.000 BDMT, 8.000 BDMT por debajo de lo que se había comercializado en setiembre.

Es conocido para los lectores la crisis que atravesó el mercado global de chips en los últimos años, no solo consecuencia de la pandemia de Covid-19, sino también con mercados que se cerraron, productos que compitieron y situaciones que no colaboraron a que el flujo comercial se incrementara.

Las exportaciones de chips desde Uruguay no fueron ajenas a esta realidad y 2021 fue un año muy complicado. Pero el primer semestre de 2022 parece haber cambiado la pisada y los números son alentadores en cuanto al crecimiento que se ha registrado.

Desde enero a junio de 2022 el mercado se mantuvo fluido y se registraron exportaciones en todos los meses, situación que no se había dado en 2021.

En términos de volumen el crecimiento fue 67% en la comparación semestral, mientras que en lo que refiere a la facturación las exportaciones del primer semestre de 2022 estuvieron 78% por encima de igual período de 2021, con US$ 56 millones.