Después de reportar grandes pérdidas en primavera, la compañía con sede en Maryland no realizó un pago de bonos por US$ 24,4 millones, lo que ayudó a llevar el precio de sus acciones a nuevos mínimos. Después de alcanzar un máximo de casi US$ 88 por acción en abril de 2022, las acciones de la empresa cerraron recientemente a US$ 0,36.

La compañía informó una pérdida neta de US$ 85,2 millones en el tercer trimestre del año pasado, a pesar de vender un 14% más de pellets que durante el mismo trimestre del año anterior.

Los funcionarios de la compañía citan varios factores para las pérdidas, incluidos mayores costos de intereses y cargos relacionados con el cierre de equipos en una planta en Southampton, Virginia. Pero lo que ha llevado a la empresa al borde de la insolvencia, dicen, son algunas malas apuestas sobre el precio de los pellets de madera que hizo a finales de 2022. La empresa acordó comprar 1,8 millones de toneladas métricas de pellets a precios superiores a los que había fijado hasta ese punto, suponiendo que los precios aumentarían y podría vender los pellets obteniendo beneficios en el mercado al contado.