“HABRÍA QUE TRABAJAR EN HERRAMIENTAS QUE AYUDEN AL SECTOR A COMPETIR LOCAL E INTERNACIONALMENTE”

por admin

“Habría que trabajar en herramientas que ayuden al sector a competir local e internacionalmente”

El 2020 fue un año de suma importancia para el sector forestal uruguayo. El mercado se mostró cambiante, se desarrollaron nuevas tecnologías y se finalizó con un panorama movido a nivel local. El Ing. Agr. Marcel Casella, director de Canopy, empresa de asesoramiento forestal, destacó para Panorama Forestal lo principal que dejó el año pasado para el sector.

¿Cómo mira los números del sector forestal en 2020?

El volumen de extracción de madera de los bosques en 2020 según nuestras estimaciones tuvo un aumento en relación al 2019, principalmente al influjo del pino rollizo para exportación y la madera de eucalyptus para las plantas de celulosa locales.

Fue un buen año respecto a los volúmenes del anterior para la mayoría de los ítems de exportación, observándose un crecimiento de 20% en volumen y 15% en el monto FOB.

En el sector de la madera aserrada el volumen exportado (400 mil m3) fue superior al promedio de los últimos tres años, luego de un muy bajo 2019 (290 mil m3), aunque sin variación significativa de precios.

La madera aserrada a nivel local tuvo un menor volumen de ventas, aunque existen señales que podría haber un repunte bastante auspicioso para este 2021. De todas formas, son muy pocos meses para expandirlos a un valor anual, habrá que esperar.

En la cifra estadística de comercialización de madera aserrada a nivel local Uruguay tiene un debe, se han hecho algunas aproximaciones a traves de encuestas, sobre las que se debería trabajar y mejorar la metodología de estimación.

A nivel local, las plantas de celulosa mantienen su ritmo de consumo, incluso en 2020 el volumen fue mayor al de 2019 (11,5 millones de metros cúbicos frente a 9,2 millones en 2019), aunque este valor depende de las especies utilizadas (grandis,dunnii,globulus,otras). Se exportaron 2,5 millones de m3 de Pino rollizo a granel, año récord para este producto y, a pesar de que se mejoró en volumen, los precios fueron algo menores (US$ 70/m3 FOB). Esta exportación es básicamente por recambio de especies y tambien para darle valor al pino proveniente de raleos fundamentalmente, el cual tenía destino incierto en estos últimos años.

La exportación de rollos aserrables/debobinables, de eucalyptus y pino (cargados en containers básicamente) creció a 300 mil m3, registrando un crecimiento de 50% respecto a los valores del 2019.

La industria de los tableros en promedio continúa exportando unos 240-250 mil m3 año, pero en 2020 llegó a 280 mil my registró un aumento de precios de 5% en relación con 2019. La exportación de chips con fines celulósicos en 2020 ha sido muy baja respecto al 2019, ya sea hacia el exterior (Portugal) como a las plantas locales. Este producto es de suma importancia para la regulación del mercado interno. Algunas señales, como la exportación que se dio a comienzos de este año, parecen traer buenas perspectivas.

La leña en el mercado local continúa en el entorno de 2,5 millones de toneladas aproximadamente, volumen estable desde 2012.

 

¿Que ventajas tienen las nuevas tecnologías que incorporaron en Canopy?

Si bien somos una empresa de servicios forestales joven, tenemos mucha experiencia en el sector. Nos especializamos en valuación de activos forestales, inventarios forestales, asesoramiento forestal a productores, elaboración de proyectos forestales, así como comercialización de madera.

A partir de este año somos representantes exclusivos para Uruguay de Trestima, empresa finlandesa de tecnología aplicada a las mediciones forestales. Esto nos permite prestar un servicio completo, agregándole más valor al servicio que ya prestábamos.

El servicio brinda información y precisión a la mejor relación costo/precisión, abarcando diversas situaciones, desde inventarios comerciales, auditorías, inventarios pre cosecha, de media rotación, etc.

Las principales ventajas del sistema son la precisión, la objetividad en la toma de datos, la rapidez para su obtención en campo, la muy buena documentación en base de datos en la nube con acceso para el productor, y la generación de resultados detallados.

Trabajamos con diferentes tipos de clientes, desde compradores de madera, gestores forestales, productores medianos y pequeños, gestores públicos, industrias forestales, empresas de servicios forestales de cosecha, etc.

 

¿Qué opinión le merece el proyecto de ley forestal impulsado por Cabildo Abierto?

Lo vemos con algo de preocupación, pero con esperanza de que prime la sensatez de todo el sistema político. El país pasa por una situación en la que se precisan decisiones clave para la continuidad y mejora en el desarrollo del sector. Los últimos 30 años han demostrado que se puede fomentar y desarrollar un sector que hoy genera 24 mil puestos de trabajo y puede aún crecer más (30 mil en 2024), promueve la descentralización y el desarrollo de distintas regiones del país, a mi entender complementa muy bien con los demás rubros productivos (ganadería, apicultura).

Es un rubro muy regulado desde el punto de vista ambiental y social, a través del Estado y de certificadoras internacionales.

Uruguay en este tiempo ha basado su estrategia en la alta demanda a nivel mundial de madera y a sus ventajas biológicas; pero actualmente no se puede quedar solamente en este tipo de ventajas. Entendemos que se debería trabajar en fortalecer otras y crear herramientas que ayuden a todo el sector a competir internacional y localmente. Un ejemplo podrían ser las medidas comerciales que ayuden a competir en el exterior, aspecto en el que Chile siempre es un buen referente.

Por ejemplo, para el sector de la madera aserrada, tenemos una situación de baja competitividad en costos. La industrialización es deseable, pero siempre debe venir acompañada por una situación de competitividad en costos.

Hoy son básicamente los fondos de inversión/pensión los que producen madera para aserrío en sus bosques, pero se les hace difícil captar inversiones industriales (aunque se está intentando), principalmente por los costos de producción y logística, que son mayores a los de los países con que competimos.

El concepto de que Uruguay es solo un país celulósico no es tan así, la celulosa es la “locomotora”, brinda escala, permite el desarrollo y adopción de tecnologías, inversión, etc…., hay que pensar muy bien y actuar para potenciar los demás sectores (léase madera aserrada, tableros, CLT, otros).

La industria celulósica/energía o las futuras que puedan venir, que consumen la madera de menores diámetros, son deseables que existan, el tema está en mejorar los precios a obtener de las trozas de mayores diámetros. Eso nos dirigiría a ser un sector forestal “maduro”, los demás sectores que están asociados (aserrío, debobinado, etc.) deben ser apoyados de manera estratégica para el país, son grandes generadores de mano de obra calificada, pero precisan estímulos para poder competir.

El crecimiento de todos los demás sectores forestales (madera aserrada, tableros, energía, otros) brinda mayores certezas a los productores a plantar, manejar sus bosques y comercializar su madera, con la previsión de un mejor ingreso a futuro. La existencia de mercado es lo que realmente puede potenciar el desarrollo de este tipo de plantaciones al mejorar los retornos de las inversiones.

Como ejemplo, sería interesante potenciar el sector nacional de la carpintería y de muebles que supo ser fuerte muchos años atrás. Hace ya unos cuantos años el país importa en el eje de 170 millones de dólares de este rubro, el Estado allí juega un papel importante en esa cifra de importación (en 2020 a través de intendencias municipales importó más de US$ 25 millones). Aunque no todo ese monto es sustituible por muebles de madera, si parte de ese volumen se produjera aquí tendría un efecto muy positivo a nivel de empleo y desarrollo de Pymes, por ejemplo. Sería interesante que se brinden condiciones a los carpinteros y mueblerías locales para competir. El mueble es básicamente diseño, la madera está y se produce de manera sustentable (aspecto muy valorado actualmente) y Uruguay como país tiene las posibilidades y condiciones (educación, por ejemplo) para agregar valor a través del diseño.

Se debería trabajar fuertemente en el aumento del consumo de madera per cápita. Uruguay está muy por debajo en este parámetro en comparación a países como Canadá, Finlandia, Chile, etc. En este sentido, actualmente se está trabajando en el desarrollo de viviendas de madera, lo que parece muy positivo. Este es un tema con un componente cultural importante que debe ser tenido muy en cuenta (Uruguay no tiene tradición de viviendas de madera como otros países, y está muy asociada la madera como material a la baja calidad). Uruguay no tiene tradición de viviendas de madera como otros países, y está muy asociada la madera como material a la baja calidad, lo cual sin duda no es así.

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