La actual crisis del Mar Rojo continúa perturbando gravemente las cadenas mundiales de suministro de madera. Los comerciantes están luchando contra el aumento de los costos de los contenedores y la mayor presión sobre el sistema portuario global, lo que genera una congestión significativa en Medio Oriente, Asia y África.
Hace algunos días, James Latham, un importante comerciante de madera del Reino Unido, informó que la crisis, que obligó a las compañías navieras más grandes del mundo a desviar el comercio por valor de US$ 200 mil millones alrededor del Cabo de Buena Esperanza, resultó en una caída del 30% en las ganancias durante los 12 meses finalizados el 31 de marzo.
En una declaración a la Bolsa de Valores de Londres, James Latham mencionó: “Los costos de la mayoría de nuestros fabricantes, excluyendo los costos de transporte afectados por la situación del Mar Rojo, son relativamente estables”, pero también señaló la incertidumbre provocada por la actual inestabilidad geopolítica.
A principios de este mes, Maersk, la segunda empresa de contenedores del mundo por tamaño de flota, indicó que las condiciones comerciales siguen siendo muy volátiles debido a la imprevisibilidad de la situación del Mar Rojo y al futuro incierto de la oferta y la demanda. La crisis ahora está añadiendo entre 2 y 3 semanas a los tiempos de envío, y los costos del combustible aumentan hasta US$ 1 millón por semana.
Más de 100 empresas de transporte, incluidas CMA CGM, Hapag-Lloyd, Evergreen y el gigante petrolero BP, han detenido los movimientos a través del canal. Mientras tanto, las primas de seguros para quienes todavía utilizan el Mar Rojo se han disparado casi diez veces desde que comenzaron los ataques.